Estudió en el Colegio de los Claretianos, y oyó la llamada de Dios, aunque estaba más atraído por el ideal del Carmelo y del servicio fraterno.
1907 – Ingresó en el noviciado de los Carmelitas Descalzos en Tarragona, con el nombre de Carlos de Jesús y de María.
1912 – Profesó como hermano laico en los carmelitas descalzos y lo destinaron a Barcelona, donde pasó su vida religiosa, como cocinero, enfermero y portero. Era piadoso, humilde, servicial, y de carácter muy afable.
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