Ficha
Nombre Civil: Ramón
Fecha de Nacimiento: 30/08/1910
Lugar de Nacimiento: Villatuerta (Navarra)
Sexo: Varón
Fecha de Martirio: 28/08/1936
Lugar del Martirio: Barbastro (Huesca)
Orden: Presbítero Profeso de la Orden de San Benito – Benedictino
Datos Biográficos Resumidos:
«Estoy velando contigo, fuerza mía» (Salmo 58,10)
La madre, embarazada de Ramón, estuvo a punto de morir. Su padre apeló al Sagrado Corazón, según cuenta Serafín, con estas palabras: “Sagrado Corazón, si me estás probando porque va a ser chico, te lo doy: llévatelo, pues no lo quiero para mí. Pero no te lleves a Valentina, que la necesitan estas cuatro criaturas”. Al día siguiente el médico se quedó asombrado, pues Valentina estaba ya fuera de peligro.
Sus hermanas Luisa e Irene ingresaron en la congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana y Serafín, que ingresó también en la Orden Benedictina y ocupó durante muchos años el cargo de Superior de la misión benedictina de Kalumburu, en Australia del Norte.
En el pueblo fue monaguillo. A los once años ingresó en el monasterio benedictino del Pueyo, cerca de Barbastro. Allá cursó los cuatro años de Humanidades.
Después estuvo en la abadía de Samos, donde vistió el hábito con el nombre de Ramiro el 14 de septiembre de 1925
22 de diciembre de 1926 – emitió sus primeros votos.
5 de abril de 1932 – emitió sus votos solemnes, con 25 años de edad, pero su ordenación sacerdotal tardó en llegar. Antes tuvo que hacer el servicio militar, aprendiendo la instrucción en la huerta de Rocamador de los Padres Capuchinos de Estella. Terminados sus compromisos militares, el 7 de julio de 1935 se ordenaba sacerdote y el día 11, fiesta de San Benito, celebraba su primera Misa.
Durante el curso 1935-36 enseña en el Pueyo Filosofía e Historia de la filosofía; además salía a predicar. Era de carácter alegre y fuerte. De su virtud y fervor son testigos cuantos le trataron y sus numerosas cartas.
Contaba con 27 años de edad.
Biografía extendida
Datos Biográficos Extendidos:
Martirio:
En los primeros días del alzamiento (19, 20 y 21 de julio), el P. Ramiro, al igual que algunos otros monjes, no se movió del Monasterio, permaneciendo siempre vigilante. Su carácter valiente y confiado en la Providencia le hizo permanecer siempre sereno y dispuesto a ayudar a todos.
En la prisión hizo mucha amistad con Santiago Mompel, diácono escolapio, de su misma edad. Este recordará más tarde el buen carácter del P. Ramiro y su servicialidad. Un día bajó a la planta baja donde se hallaban los Misioneros Claretianos, en peores circunstancias que los monjes, cortándoles el pelo a algunos de ellos.
Por las noches, junto con Mompel atisbaban por la ventana entrecerrada que daba a la plaza, con el fin de ver a los que sacaban de la cárcel para ser ejecutados. Así, el día 9 de agosto, pudieron reconocer al Sr. Obispo, Beato Florentino Asensio.
El P. Ramiro aceptó el martirio con gran serenidad, con la misma con la que lo había esperado. Incluso, tuvo una ocasión de librarse, pero no quiso hacerlo. El hecho debió de ocurrir entre los días 25 y 30 de julio.
Nuestro monje recibió en la prisión una visita inesperada. Se trataba de Luis Bacaicoa Urbiola, hijo de sus vecinos y buen amigo de la infancia, dos años más joven que él. Desde niños guardaban una profunda amistad, un trato continuo entre juegos y travesuras.
En 1936, y con 23 años, llegó Luis a Barbastro, procedente de Barcelona, donde al parecer, seguía la carrera militar. Iba con la Columna Roja y Negra, y contaba con cierto relieve a nivel político.
Una vez en Barbastro se acordó de su amigo Ramón, e indagó dónde se hallaban los frailes de El Pueyo, e inmediatamente se presentó en el Colegio-prisión. Grande, sin lugar a dudas, fue la sorpresa del P. Ramiro al ver a su amigo, quien le propuso la libertad inmediata, pues contaba con influencia suficiente para ello.
Ramiro, no lo dudó ni por un momento: le agradeció su ofrecimiento, pero le dijo que aceptaría, únicamente en el caso de que pudiera liberar a toda la Comunidad, que de no ser así, él seguiría contento los pasos de la misma. Luis debió de quedar triste al responderle que su capacidad no llegaba para tanto.
Los padres de Luis, Francisco y Claudia, recordarían siempre con orgullo este gesto de nobleza del menor de sus doce hijos, al que no verían más, pues se retiró a Francia, donde murió. También solían hablar del valor y valentía de Ramón, muriendo por la fe.
Como recuerdo, le había regalado un santo Cristo a uno de los colegiales, pero posteriormente, lo pidió para tenerlo en el momento de la muerte.
Muy pronto y a raíz del fusilamiento de los monjes, corrió la voz de que al P. Ramiro, camino de la ejecución, le habían arrancado la mandíbula de un culatazo de fusil. Aunque cuando los milicianos, pararon el camión en el Coso, molestos por el entusiasmo de los monjes, fuera difícil identificarlo, pues posiblemente eran ya varios los heridos.
Hay vestigios claros de que algún monje fue también impúdicamente mutilado; pero fue imposible saber de quien se trataba. Sí pudo ser identificada la calavera del P. Ramiro, y efectivamente le falta una mandíbula. El P. Ramiro fue ejecutado con el resto de la Comunidad en la madrugada del 28 de agosto, y enterrado, enteramente desnudo, en una gran fosa del cementerio de Barbastro. Su cadáver, como ya se ha dicho, pudo ser posteriormente identificado.
¿En qué lugar reposan sus restos mortales?
En una fosa común del cementerio de Barbastro (Huesca)
Fecha de Beatificación: 13 de octubre de 2013, en Tarragona
Fecha de Canonización: Aún no está canonizado
Fiesta Canónica: 28 de agosto
6 de noviembre, Festividad de los Beatos Mártires del siglo XX durante la Persecución Religiosa.
Fuentes:
www.iglesiadenavarra.org/martires-navarros-en-el-ano-de-la-fe/2013/06/nuevos-martires-beatos-navarros-en-el-ano-de-la-fe-viii/
Edithnevenkaduloromero.blogspot.com/2017/05/martires-benedictinos-del-pueyo