Eusebio Ballesteros Rodríguez

Las revueltas políticas, sociales y religiosas que siguieron en Málaga a las elecciones del mes de febrero de 1936 no perturbaron la entereza del beato Honorio, aunque también llegó a expresar el criterio de que “de ésta no nos salvamos”. Las religiosas Carmelitas de la caridad de Málaga le ofrecieron acogerle en su casa durante la persecución religiosa, lo que rehusó diciendo que no abandonaba su comunidad, pasara lo que pasara…
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