En ese momento, Antonio estaba en casa de un vecino, donde había ido a buscar agua. Sabiendo que el P. Ricardo estaba en peligro, rechazando la invitación de esconderse y huir, corrió hacia su casa para ver por sí mismo cómo estaba el religioso que tanto lo había ayudado. Los milicianos se los llevaron a ambos, conduciéndolos en un vehículo con la inscripción que ahora se conoce en la ciudad: FAI (Federación Anarquista Internacional).
…LEER MÁS
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo