En la basílica hay numerosos mártires enterrados.
Aquí tenemos 70 beatos y 44 siervos de Dios.

Nos enseñan tres cosas.

Lo primero es la firmeza de la fe, pues tuvieron la oportunidad de renegar de Cristo para salvar sus vidas. El martirio es una gracia que suele venir preparado por una vida de santidad previa.

También nos muestran una serenidad y una mirada trascendente de la vida. ¡Cuántos de ellos se despedían en sus cartas con un “hasta el Cielo”! ¡Cuántos decían a sus familiares: “No llores por mí, voy al Cielo”!…

El sentido del perdón. Murieron sin odio a los verdugos. Y muchos expresaron un perdón explícito: “Os perdono, rezo por vosotros, no os deseo el mal…”. Ese perdón nace de Cristo hacia sus propios verdugos.

Se puede leer toda la entrevista en la Revista Misión, a través del enlace adjunto.

https://www.revistamision.com/santiago-cantera-prior-valle-caidos-cruz-ataques-entrevista/?fbclid=IwAR0-JB8NvV_raulNypKqu1Jzwa_aWI4MWEfW994-gQlYVMB_DKUtBBW7dWY