El 19 de marzo, festividad de San José, Patrón de la Buena Muerte, partió a la Casa del Padre la Hermana Amparo Ros Llopis.
Su memoria quedará siempre anclada en nuestro corazón porque fue una fiel amiga, mujer generosa y firme en la fe.
Su vida discurrió siempre junto a nuestros mártires de la II República, sus grandes maestros y ejemplo.
Hija del mártir Arturo Ros Montalt a quien asesinaron por odio a la fe cuando ella apenas contaba tres años. Recuerdos de su padre
Ya adulta, la vocación le llamó ha tomar los votos de la Congregación de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, Instituto que cuenta diecisiete mártires, víctimas de la persecución religiosa que se dió en España. Sus vidas fueron un ejemplo de sencillez, disponibilidad y confianza en Dios.
Sirvan estas líneas como recuerdo a quien vivió en íntima unión con los mártires, trabajó y colaboró con nuestra Asociación para que su memoria nunca pase a la trastienda de los recuerdos de los españoles. https://youtu.be/i168uufVMkw?si=KQk7j3Ubo3dLQYFG
En el libro «Hogares de amor y perdón», puedes conocer el relato completo de martirio y perdón familiar
Gracias por brindarnos su incondicional amistad y acogernos siempre en sus oraciones.