Ficha

Nombre Civil: Luís

Fecha de Nacimiento: 21/06/1905 – Festividad de San Luis Gonzaga

Lugar de Nacimiento: Torrecilla del Monte (Burgos)

Sexo: Varón

Fecha del Martirio: 25/09/1936

Lugar del Asesinato: Barco Prisión Cabo Aquilates (Bilbao)

Orden: Hermanos Maristas (Compañeros del Instituto de los Hnos Maristas de las Escuelas (Pequeños Hermanos de María)

Datos Biográficos resumidos: Tomó el hábito marista en Les Avellenes (Lleida) en 1921 y allí hizo su profesión perpetua en 1927. Por su gran miopía, no podía estudiar ni ser profesor, por lo que fue cocinero y hortelano, aunque por fin pudo dar clases en agosto de 1936, conduciéndole al barco prisión Cabo Quilates, fondeado en Bilbao, donde fue uno de los 41 presos asesinados el 25/09/1936. Algunos testigos afirman «que murió en la matanza ocurrida el 2/10/1936, de la que ha sido beatificados dos dominicos, pero la Conferencia Episcopal, da por buena la fecha de 25/09/1936.

Biografía extendida

El H. Luís Fermín fue un excelente religioso, cumplidor fiel de las regias, piadoso y sacrificado. Vivió las virtudes cristianas con total entrega, pero con toda naturalidad y sencillez. Destacó por su buen carácter y su espíritu de servicio. Aunque era de conciencia timorata, siempre se mostraba alegre y satisfecho. Fue un excelente compañero y amigo, ya que albergaba los más nobles sentimientos hacia todos y sentía en el alma que pudiera ofender a alguien. Desempeñó a la perfección su humilde pero meritorio oficio de cocinero, siendo siempre servicial, limpio, puntual y cuidadoso. Cuando disponía de pocos alimentos -situación harto frecuente-, él apenas comía para que pudieran comer los otros hermanos. Para él, la caridad era entregarse sin medida a los demás y ayudarlos en todo.

El fiscal José María Carreras Arredondo relató así para la Causa General (legajo 1333, expediente 12, folios 15 y 16) lo sucedido:

“El 25 de septiembre de 1936, aproximadamente a las 10 de la mañana, la aviación Nacional bombardeó la ciudad de Bilbao. Dispuestos a realizar la venganza largamente meditada, los guardianes de los presos comenzaron desde que sonaron las sirenas los preparativos para llevar a cabo sus designios criminales. Además desde que el bombardeo cesó, gran número de hombres y mujeres de la más baja calaña, se dirigieron vociferando hacia los muelles de la ría próximos a la factoría de Altos Hornos, a cuya altura se hallaban fondeados los barcos Altuna-Mendi y Cabo Quilates, convertidos en prisiones en las que sufrían cautiverio, sometidos a vejaciones materiales y morales cruelísimas, gran número de patriotas bilbainos y donostiarras, trasladados éstos al ser evacuado San Sebastián, en el vapor Aranzazu-Mendi. Desde la orilla, los grupos vociferaban contra los presos e instigaban a los guardianes, para que no dejaran un preso con vida, y algunos componentes de dichos grupos consiguieron entrar en los barcos a los que se trasladaron utilizando gabarras.

En el barco Cabo-Quilates, los guardianes fueron seleccionando los presos destinados al sacrificio y los condujeron a una bodega libre en donde permanecieron esperando la hora del martirio. En las primeras horas de la noche, comenzó la matanza, siendo llamados los presos uno a uno con varios pretextos (declarar ante el Juez, pelar patatas…) con el fin de que subieran a cubierta en donde eran inmediatamente asesinados. Como los que quedaban en la bodega oían los disparos, los gritos y el caer de los cuerpos, llegó un momento en que se negaron a obedecer la orden de que fueran subiendo, pero entonces se les disparó desde arriba matando a varios, hiriendo a otros, a los que luego se remató, y obligando a los restantes a cumplir la orden. Así perecieron en dicho barco-prisión 41 mártires».

Según José María Cazorla Crespo, los mismos periódicos que ocultaron los asesinatos de presos, escribieron “al día siguiente sobre las víctimas del bombardeo que en una relación primera y aproximada había habido un muerto y multitud de heridos, pero que las víctimas podían calcularse en más de 20 muertos”. A diferencia del fiscal, Cazorla afirma que no fueron los guardianes quienes eligieron a los presos, aunque “los 20 milicianos y los 15 carabineros que constituían la guardia, al mando de Pedro Garmendia, ofrecieron muy escasa, por no decir ninguna resistencia a las pretensiones de los asaltantes. Dueños los asaltantes de la situación, leyeron primero algunos nombres, cuyos titulares, llevados a cubierta, maniatados de dos en dos y puestos de seis en seis en la toldilla de popa, iban siendo barridos por las descargas.

Sacaron luego a granel, y ya sin nombrar a nadie, a algunos grupos más para el matadero de cubierta. Hasta que, jugándoselo todo, los presos restantes se rebelaron, quitaron la escalera de la escotilla y apagaron las luces, dispuestos a lo peor. Sin dar el brazo a torcer, los asaltantes hicieron fuego directamente desde el orificio de arriba sobre las sombras de la bodega, dejando muertos y malheridos a varios presos más. Todavía, antes de marcharse, lograron que les subieran a los heridos, so pretexto de curarlos, y los remataron junto a los cadáveres de sus compañeros”. El mismo día, en otro barco prisión, el Altuna-Mendi, fueron asesinados 29 presos, por lo que el total de asesinados en represalia al bombardeo fue de 70.

Testimonio El señor Carlos Langa Zuvillaga, compañero de cárcel del H. Luis Firmín, describe la situación dramática que reina en el barco:

“Conocí al Siervo de Dios por haber sido prisionero en el mismo barco-cárcel de Bilbao. Estuve con él unos veinte días… Estábamos amontonados como animales. Había cuatro celdas, el siervo de Dios estaba en la primera y yo en la tercera… En el ‘Cabo Quilates’ las ejecuciones las hacían en el puente de popa. No era sólo el hecho de fusilar, sino que oíamos los disparos: a veces, eran ráfagas de ametralladora, otras veces un tiro en la nuca o también los remataban a golpes de culata. Y esas ejecuciones iban acompañadas de vejaciones, de insultos, de burlas, de bofetadas, etc.”

Lugar donde reposan sus restos: 24 de octubre de 2004, se procedió a la exhumación de los restos mortales del Hermano Luis Fermín, inhumados posteriormente en la capilla de la casa provincial de los Hermanos Maristas en Lardero (La Rioja)

Fecha de Beatificación: 13 de octubre de 2013 en Tarragona

Fecha de Canonización: No se ha canonizado

Fecha Canónica: 5 de octubre – Calendario Litúrgico Diocesano de Burgos

Fuentes: Diócesis de Lérida – Benigno Gil – Maristas

Santiago Mata en la Catedral de los Mártires

www.chmpagnat.org/maristas

1.Página Hermanos Maristas

1.Donde viene el testimonio de D. Carlos Langa Zuvillaga, compañero de prisión en el Barco Cabo Quilates (Bilbao)

2.Para consultar más datos o documentación «Muerte de una persona sencilla Hermano Luis Fermín»