Ficha

Nombre Civil: Ángel
Fecha de Nacimiento: 26/02/1882
Lugar de Nacimiento: Valdavida (León)
Sexo: Varón
Fecha de Martirio: 14/08/1936
Lugar de Martirio: Jove (Asturias)
Orden: Orden Franciscanos Menores – Capuchinos
DATOS BIOGRÁFICOS RESUMIDOS:
Con 17 años, pedía la dignación de vestir el hábito capuchino, gracia que le fue concedida el 01.11.1899, en el Convento de Basurto (Bilbao)
Una vez hecha la profesión religiosa, a estudiar Filosofía, en nuestro Convento de Fuenterrabía cuando aún pertenecía a la Provincia de Castilla. Más tarde estudia Teología en el Convento de León.
Los estudios los realizó con gran dificultad, sin duda porque la naturaleza no había sido muy pródiga con el talento y en memoria.
1908 – Podía recibir el Diaconado, que había de ser para él un paso decisivo y trascendental.
A partir de ese momento, los demás estudiantes, máxime sus condiscípulos, observan en él, con gran sorpresa, un cambio radical; fue desde entonces notable la facilidad que encontró en los estudios, y más que todo fue su carácter el que sufrió una verdadera transformación.

Aquella dureza suya y actitud naturales fueron desapareciendo paulatinamente, y en un año hizo amar y querer extraordinariamente de sus compañeros de Colegio.
No sólo llamó desde entonces la atención de los demás estudiantes, sino también de los mismos Superiores, quienes al año siguiente, de ordenarse sacerdote, 05.06.1909, en el Capítulo Provincial celebrado en el verano de 1910, le eligieron para el delicado cargo de Vice-Maestro de Novicios en el Convento de Montehano (Santander)
Algo ansiaba más su celo y horizontes más dilatados requerían su modo de ser y su carácter activo y emprendedor. Por eso, por propia iniciativa, según creemos, pidió a los Superiores ser enviado a las Misiones de América, a Venezuela, Puerto Rico, y, Cuba, donde la Provincia de Castilla tenía señalada su parte en la viña del Señor.
EN LAS MISIONES DE AMÉRICA:
Diciembre de 1912 – Se embarcó en tan noble objeto en el vapor «Buenos Aires», que arribó en San Juan de Puerto Rico el 28 de enero siguiente. Con el Padre Arcángel, iban otros cuatro Misioneros.
19.Julio – Era destinado a la Residencia de Bayamo (Cuba) y especialmente encargado de la parroquita de Veguita.
Trabajó lo indecible por reducirlos al buen camino, y, sufrió mucho al ver su indiferencia.
1915 – Poco tiempo después que los Capuchinos se hicieran cargo y tomaron posesión de la Parroquia de Santa Inés de Cumaná (Venezuela), era destinado aquella Residencia.

1916 – Al celebrarse el Capítulo Custodial, fue enviado a la misma parroquia.
El Prelado Diocesano, Monseñor Sixto Sosa, dijo refiriéndose al Superior y Párroco, Padre Lorenzo de Tejerina, y, al Padre Arcángel de Valdavida, en su visita pastoral en 1918: «El Señor Obispo se muestra muy satisfecho de los abnegados Servicios Espirituales de los Reverendos Padres Capuchinos, Fray Lorenzo de Tejerina y Fray Arcángel de Valdavida, durante los 3 años que desempeñan el curato de Santa Inés; pues la piedad de los fieles ha ganado mucho bajo la dirección, así como de la enseñanza religiosa de los niños en el Catecismo y la armonía que reina entre los habitantes de Cumaná»
1918 – Los Superiores de la Provincia, decididos a llevar las cosas adelante, enviaron las órdenes convenientes para que los Padres Bienvenido de Carucedo y Arcángel de Valdavida, aquél superior de Maracaibo y éste residente en Cumaná, hicieron una excursión por la región Delta-Amacuro, y Caroní con miras a la fundación de la ansiada Misión, debiendo informar luego sobre las condiciones morales y físicas de los indios, su número, vías de comunicación y cuantas noticias creyesen de utilidad para formarse una idea del teatro de las Misiones que se proyectaban.
18.8.1919 – El Padre Arcángel, acompañado de Fray Saturnino de Bustillo, llegaba a Tucupita, a tomar posesión de la parroquia, y, dos meses después, en Octubre, se les agregaba el Padre Samuel de San Mateo. Cuando llegaron aquellos primeros misioneros, la Iglesia, se hallaba en un estado lamentable. El primer cuidado de los recién llegados fue proveer de las cosas necesarias para poder celebrar el culto divino, teniéndolo que comprar todo.

Con los trabajos y apostolado realizado por el Padre Arcángel, su salud se vio muy afectada, y se, sintió víctima del paludismo.
Agosto 1921 – Es designado superior y párroco de aquella nueva residencia en Machiques, se tomó como base de una nueva misión la Goajira; era un pueblecillo de unos mil habitantes, aunque la población a tener, con los que había dispersos por los campos, entre tres y cuatro mil habitantes. Realizó una magnífica labor, reorganizó las asociaciones piadosas y fundó otras nuevas; fomentó la piedad, sobre todo, por medio de la Comunión frecuente, llegando a conquistarse las simpatías y el cariño de todos, siendo aun muy vivo su recuerdo en aquella población.
Octubre 1924 – Designado Superior y Párroco de Santa Inés de Cumaná. Enfermo y casi sin vista, pidió de nuevo un tiempo de descanso, retirándose al efecto, el 01.01.1926.
Septiembre 1926 – Regresó a la Provincia, dado el estado de salud y sobre todo por la falta casi total de la vista.
Fue destinado una vez en España, a los Conventos de León y Gijón. Su apostolado, se limitó solo al confesionario, dado por los problemas de visión.
Contaba con 54 años de edad, 36 de profesión y 27 años de sacerdocio.

Biografía extendida

Datos Biográficos Extendidos:
Martirio
El testimonio de su vida ejemplar y edificante en Cumaná, dado por uno de los caballeros más prestigiosos e influyentes en la ciudad, quien, al enterarse de que el P. Arcángel había sido fusilado por los rojos, dijo estas textuales palabras: «¿Cómo se atreve a llamar Gobierno legítimo de España a unas autoridades que consienten el asesinato de un hombre que aquí jamás se metió con nadie y sólo s~ ocupaba de rezar, visitar enfermos y enseñar la doctrina? Eso puede llamarse cualquier cosa menos gobierno» ( 1 ). (1 – Así nos lo dice el Padre Nicolás de Cármenes, en carta particular)
El día 14 de agosto, una muchedumbre enloquecida irrumpió violentamente en la iglesia, convertida en cárcel, a las cuatro y media de la tarde, haciendo fuego sobre los indefensos detenidos. De la Casa del Pueblo llegó, a su vez, una comisión de mujeres, armadas de cuchillos y hachas y e:xigiendo a grandes voces «les entregasen el Clero para hacerlo picadillo». Entre tanto, los presos, atemorizados, espantados, huyen a refugiarse en algún rincón de la iglesia y en los altares laterales, en espera de un fin inmediato, para evitar, al menos, que los proyectiles, que desde la puerta e inmediaciones se disparaban, pudieran hacerles daño. En aquellos instantes trágicos sobremanera, son pocos los que conservan la suficiente serenidad para pedir a los sacerdotes que les den la absolución. No falta, en cambio, la voz de uno de ellos, Gaspar Díaz Jove, que en aquella confusión y ante el peligro de muerte, interpretando el sentir de todos, grita fuertemente: «El que sea sacerdote que nos dé la absolución».

A lo que el P. Arcángel contesta sin temor y con resolución: «Yo soy sacerdote; hagan todos el acto de contrición que voy a darles la absolución». Luego es señalado para salir en la segunda camioneta, donde irán los sacerdotes y religiosos camino del calvario y del martirio. Su vista no le deja darse cuenta de lo que a su alrededor sucede. Con paso vacilante, avanza a donde le conducen sus verdugos, y al preguntarles : «¿Dónde me llevan?», le contestan sin conmiseración: «Pronto lo sabrás». En las inmediaciones de la cárcel había un gentío enorme: unos en forma de meros curiosos y otros insultando a las víctimas y blasfemando sin tasa. Predominaba el elemento femenino que, al mismo tiempo, era el que más se significaba en sus insultos y excitaciones al crimen. Abriéndose paso por entre aquella muchedumbre marcha la segunda camioneta en dirección del cementerio de Jove. Por el trayecto de las barriadas obreras de Natahoyo y La Calzada, ya se esperaba como un acontecimiento el paso de la camioneta, aplaudiendo luego e insultando a las víctimas. Y así llegan al cementerio de Jove. Allí dentro y contra las tapias, como los otros Capuchinos, también el P. Arcángel fue fusilado, muriendo asimismo como ellos con el grito de «¡Viva Cristo Rey!» en los labios y con un «Os perdonamos» en el corazón.
Por si acaso todavía hubiera alguna duda de su muerte en aquella ocasión y tan gloriosamente, el Juzgado entregó, posteriormente a la liberación, varios objetos que habían pertenecido al P. Arcángel, recogidos, sin duda, del cadáver: entre otros, un pañuelo con sus iniciales. una medalla de la Virgen de Yecla y un rosario de mano, dentro de un estuche con un crucifijo.

¿Causas de su muerte? Siempre encontramos las mismas: el delito de ser sacerdotes, de ser religiosos. Horrendo crimen para los que, como declaró uno de sus asesinos «les sobraban los religiosos» y les sobraban «porque decían una cosa y hacían otra, porque estaban envenenando al pueblo». Sin embargo, nosotros contestaremos a eso, lo mismo que Jesucristo: «Por sus obras conoceréis a unos y a otros».

¿En qué lugar reposan sus restos mortales?
En el cementerio de Jove (Asturias)

Fecha de Beatificación: 13 de octubre de 2013, en Tarragona
Fecha de Canonización: Aún no está canonizado
Fiesta Canónica: 14 de agosto
6 de noviembre, Festividad de los Beatos Mártires del Siglo XX, durante la Persecución Religiosa.

Fuente:
P. Buenaventura de Corrocera (OFM – Capuchino) – Mártires Capuchinos de la Provincia de Castilla en la Revolución de 1936