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Ficha

Nombre civil: Eusebio.
Fecha de nacimiento: 14 de diciembre de 1894.
Lugar de nacimiento: Quintanilla (Ávila).
Sexo: Varón.
Fecha de martirio: 30 de Julio de 1936.
Lugar del asesinato: «La China», de Madrid
Orden: Orden de los Carmelitas de la Antigua Observancia.
Datos biográficos resumidos:La humilde aldea de Quintanilla, situada en el pintoresco valle de Valdegovia, ha dado varios de sus hijos al instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y entre ellos al Hno. Luis Victorio, nacido el 14 de diciembre de 1894. Ya le había precedido uno de sus hermanos, cuando, llamado por la gracia, pidió y obtuvo a los dieciséis años su admisión en el Noviciado Menor de Bujedo.

Biografía extendida

Biografía extendida:

Su entereza de carácter le originó al principio serias dificultades. Sus profesores no lograban dominar su ruda y exuberante naturaleza; y aún pensaron en la devolución a su familia.   Pero el Hno. Ludovico María, Director prudente que admiraba discretamente los esfuerzos de este joven en su propio vencimiento, respondió sencillamente: «Hermanos, tengan un poco de paciencia, se lo ruego; tal vez tengamos un diamante, pero aún en bruto. La experiencia la dio la razón. El Aspirante se esforzó de tal modo, que dominó suficientemente su carácter para ser admitido al Noviciado donde gracias al examen particular, llevado con constancia y controlado por su Director, llegó a dominarse de tal modo que fue modelo de mansedumbre. Después de sus años de formación, fue enviado a La Felguera, zona minera de Asturias, para ejercitarse allí en el apostolado con los niños. Progresó tanto que, sin tardar, pudo encargarse de las clases más adelantadas de la Escuela, donde ha dejado vivo recuerdo de bondad y a la vez de energía. Fuera del tiempo de clase, se ocupaba en preparar sus lecciones, en la corrección de los trabajos de casa y en sus estudios profesionales. Desde el principio se destacó como excelente profesor, celoso apóstol de la formación cristiana de sus alumnos.

Lejos de perjudicar su dedicación a su formación pedagógica e intelectual a sus ejercicios espirituales, el Hermano Luis Victorio era el primero en llegar a la lectura espiritual y a la oración. Después de siete años de trabajo asiduo en Asturias, fue atacado de dolores de estómago, que se resistieron a todos los remedios y fueron la cruz de su vida. Por ello los Superiores le enviaron al Colegio de Maravillas donde, con cuidados especiales, pudo dedicarse a diversos trabajos. Puntualísimo en todo, se adelantaba en algunos minutos en los lugares encomendados a su vigilancia. Y allí nada escapaba a su mirada atenta y benévola. ‛No quiero, decía, responder ante Dios de las faltas que se puedan cometer durante la vigilancia. Después del Segundo Noviciado, el Hno. Luís Victorio fue nombrado Director de la Escuela de la Inmaculada Concepción, de Sevilla, donde ha dejado el mejor recuerdo. De entonces data la Asociación de Padres de Familia. Tuvo allí frecuentes contactos con el Cardenal Ilundain, fundador del establecimiento, quien quiso restablecer las clases destrozadas en los subversivos acontecimientos de 1931.

En Sevilla continuó su fraternal hospitalidad de Madrid, sin que el reglamento de la casa sufriera por ello lo más mínimo: los Hermanos visitantes debían seguir los diversos ejercicios de la Comunidad, lo que hacían sin dificultad ante su cordial acogida.
Atendía con el mismo empeño cuantas peticiones se le hacían por carta, de acuerdo con las indicaciones de los Superiores.
Así aseguraba los lazos de fraterna caridad. De lo que precede, se puede colegir la solicitud de que el Hno. Director rodeaba a sus inferiores que, a su vez, correspondían con atención a sus menores deseos, cumpliendo su deber con exactitud. Por eso reinaba en la Comunidad la mayor cordialidad.
En cuanto notaron el recrudecimiento de sus molestias estomacales, informaron al Hno. Asistente que, aprovechando las vacaciones, envió al celoso Director a la estación balnearia de Fuente Amarga, acompañado de uno de los Directores de las casas próximas. Pero, ante el fracaso del tratamiento, volvió pronto a Sevilla, resuelto a tomar su mal con paciencia y abandonándose a la divina Providencia.

La ley de secularización sorprendió al Hno. Luis Victorio en Sevilla. El Cardenal Arzobispo recibió a los Hermanos en audiencia privada,
antes de que se vistieran de seglares. Ahora más que nunca, les dijo, quiere Cristo que los religiosos sean hombres verdaderamente
unidos a Dios en espíritu y en verdad. Estas palabras se grabaron profundamente en nuestro Hermano y se empeñó en hacerlas efectivas.
En las vacaciones de 1933 fue enviado con el título de Director a la Comunidad de Santa Cruz de Mudela. Allí desplegó su celo con la mayor energía y simpatía. Y eso, a pesar del recrudecimiento de su afección estomacal, la cual le obligaba a un régimen especial de alimentación que contrariaba su austero espíritu de Comunidad. Y por eso, ante cualquier alivio, volvía a integrarse en el régimen común. Al Cabo de dos años, aconsejado por varios médicos, se resignó a una intervención quirúrgica, para lo cual fue a Madrid a primeros de Julio de 1936. No pensó que allí le esperaba la Providencia para abreviar sus dolores y coronar su vida con la más gloriosa de las muertes. El Hno. Victorio Luis estaba ausente de la Comunidad del Asilo del Sagrado Corazón, que le había hospitalizado, cuando los milicianos hicieron irrupción y apresaron a todos los Hermanos.

Se refugió en casa de unos amigos junto con su compañero el Hno. Julián Alberto y permanecerán desde ese momento inseparables
hasta la muerte. Sin noticias de su Comunidad de Santa Cruz de Mudela, y en vista de la efervescencia reinante, el Hno. Director pensó que sus Hermanos no dejarían de ir a Madrid para aprovecharse del anonimato que permite la aglomeración de una gran capital. Con esta idea, se acercaba mañana y tarde a la estación de Atocha, seguro de encontrarlos allí uno u otro día. Se le advirtió del peligro de sus regulares idas y venidas, tanto más que esta estación estaba especialmente vigilada. Pero el continuó en sus intentos. En una de estas salidas de la pareja, fue detenido en el barrio popular llamado «La China», de Madrid. Su muerte está comprobada por una fotografía expuesta en la Comisaría de la Policía, con el nº 10, como lo testifica, en una carta dirigida a los Superiores de Roma, el Hno. Andrés Hibernón, Visítador de Madrid. Allí se dice: La Dirección General de Seguridad sacó cierto número de fotografías de los asesinados en los primeros días de la Revolución. Varios Hermanos hemos ido para consultar estos documentos, pero no hemos logrado reconocer más que a cinco de los nuestros: los Hermanos Crisóstomo, de Santa Susana; Braulio José y Norberto José, de la Procura, ejecutados los tres el 30 de Julio de 1936; Eleuterio Román, de Puente Vallecas, ejecutado el 3 de Agosto de 1936; y el Hno. Director, Luis Victorio, fusilado el 7 de Septiembre de 1936.

Lugar donde reposan sus restos: Madrid.
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013,
Fecha de canonización: No esta canonizado.
Fiesta canónica: No.
Fuentes: catolhic.net

Falleció a los 43 años, 26 de vida religiosa y 15 de profesión perpetua.